ESE EQUIPO DE BLANCO

Clausura 2009 - fecha 14
IndependienteunoEstudiantescinco

El domingo a las siete y media de la tarde en Parque Patricios la cuarta de Estudiantes enfrentó a un equipo que se hace llamar Independiente pero que por la camiseta y los reiterados pelotazos a nadie creo que es Atlético Regina.
Casi sin querer, a los ocho minutos, el futbol-revoleo del equipo blanco creo su primera situación de peligro: milimétrico pelotazo a cualquier lado del ocho improvisado Moreira, un defensor que falla y Núñez (el jugador no el barrio) que hace lucir al arquero de Sudáfrica 2010.
Pelotazo viene pelotazo va llegamos al minuto 16. De pronto una bocha queda boyando en el área, parece pérdida y un poco apesadumbrada, Salgueiro que creo es uruguayo y también andaba por esos lugares, la vio tan triste por el maltrato que quiso darle una alegría: gol de Estudiantes.
Ahora se arma, pensé, el equipo de Avellaneda se lo va a llevar por delante al rival. Al fin y al cabo son estudiantes, educandos, solo chicos.
A los 25 el “Tolo” Gallego metió mano: un delantero por el muchacho que jugaba de ocho y a gozar. Fueron brillantes esos casi tres pases seguidos que dio el equipo de blanco pero como pasa con todo lo bueno no es eterno. O me va a decir que usted no se acuerda de la Quilmes a un peso, pero eso fue y esto también.
Entonces paso lo que iba a pasar: tiro libre de Sanchez Prete, el jugador invisible de Independiente que no puede tomar al delantero pincharrata, cabezazo en aparente soledad y segundo gol del conjunto de los alfileres.
Así terminó el primer tiempo y hay algo que resulta llamativo: los dos jugadores con pasado quemero salieron por sendos cortes en la cabeza ¿habrá sido un atentado? Y si lo fue; ¿Quién está detrás de estos misteriosos hechos? Investigaremos.
El tercer gol de Estudiantes según mi humilde juicio no vale. Fue a los 15 segundos del segundo tiempo y no podemos certificar si el equipo blanco ya estaba en la cancha. Según la AFA: EstudiatesTRESindependienteCERO.
A lo seis, ya con los jugadores rivales en la cancha, Estudiantes logra su cuarta conquista por medio de Núñez (el de Estudiantes, no el de Independiente ni el barrio) y chau rojo. Perdón blanco.
Después quedo tiempo para poco: un gol de Montenegro, un quinto gol del pincha y un intento de suicidio masivo de los hinchas de Independiente que felizmente fue desbaratado por los bomberos voluntarios de Avellaneda.
Cuando era así de chiquito, una vez viendo tele con mi viejo, me entere de la existencia de Independiente de Avellaneda. Esa tarde supe que era un gran campeón de América y del mundo, muy respetado en todos los bares y en todos los barrios. Y por sobre todo me enteré que la camiseta era roja y gloriosa.
Así que no vengan con que ese equipo de blanco con idéntico nombre y que se comió cinco pepas con Estudiantes es Independiente.

gERMAN fRANCO