ESO NO ES UN HOMENAJE SEÑORES

Clausura 2009 - fecha 16
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Mañana dos de junio se cumple el aniversario número 118 del tiro penal, penalty kick, "tiro desde los once pasos", “disparo mortal” o simplemente ¡¡penaaaaaaal!!.
Allá por 1891, mientras en la Argentina nacía Florencio Molina Campos, un joven empresario irlandés y guardameta inventaba el penal. Su nombre: William McCrum, también conocido como Juan Penal.
Resulta que Willy, quien tenía un molino y además atajaba en el Milford Everton de la Liga Irlandesa, se cansó de la mala leche de los defensores propios y rivales, se cansó de la falta de lealtad, se cansó de que el mundo fuera un poco injusto con ese nueve que llega con la puntita del botín arrastrándose jugándose la vida...se cansó de todo y suponemos que frente a un espejo dijo:
-debo inventar el penal.
Según cuentan los libros de historia o Google que todo lo sabe, a los “backs” de aquella época no se les caía la cara si debían recurrir a cualquier tipo de artimaña para evitar un gol; aunque fuera necesario tomar la pelota con la mano en la misma línea de cal o pegarle un palazo al delantero rival a centímetros del arco.

Siguiendo con los supuestos que tanto rédito nos han dado hasta el momento en la presente nota, aparentemente, la genial idea de McCrum no cayó tan bien entre sus colegas. La opinión que Maradona tiene sobre los arqueros en general, debemos decir, ya regía por aquellos tiempos lejanos.
Algunos la titularon despectivamente “la salida del Irlandes”.

Pero poco a poco, el incansable McCrum, fue convenciendolos uno a uno (hasta llegar a las máximas autoridades) de la injusticia que esta trampa legalizada y amoral significaba para el novel balompié. Les demostró con sentidos e interminables discursos lo noble que era para la historia del fútbol que un arquero inventará el tiro penal. Y es así, que después de algunas idas y venidas típicas de las discusiones entre irlandeses, el hombre triunfó: la nueva regla se aceptó y todos fueron muy felices.

Entonces Bassi, repasando esta bella historia de masoquismo (recordemos que el tipo era arquero), llegamos a la conclusión que lo cobrado por usted el sábado en la cancha de Lanús nada tiene que ver con las ilustres motivaciones del Señor McCrum.

gERMAN fRANCO